Calor y frío son agentes físicos cuya importancia tendemos a menospreciar
desde el punto de vista de la seguridad y salud en el trabajo.
No debemos olvidar que muchos trabajadoras y trabajadores desarrollan su trabajo en
condiciones extremas de calor o frío, como es el caso de la minería.
La confortabilidad en el trabajo no debe ser concebida como un lujo sino
como un objetivo deseable y posible para todos los trabajadores en todo
tipo de tareas.
Esta exposición al frío, que puede producir desde incomodidad y deterioro de la
ejecución física y manual de las tareas hasta congelaciones en los dedos de las
manos y los pies, mejillas, nariz y orejas (enfriamiento local), tiene su consecuencia
más grave en la hipotermia, que consiste en una pérdida de calor corporal.
Nuestro organismo genera energía a través de reacciones bioquímicas que
emplea para mantener las funciones vitales, realizar esfuerzos y movimientos,
etc. Gran parte de esta energía es calorífica y este calor generado es el que nos
permite mantener constante la temperatura de nuestro organismo.
Si el calor cedido al ambiente es excesivo, la temperatura del cuerpo desciende
y se dice entonces que hay riesgo de estrés por frío.
Ante esta posibilidad, existen una serie de mecanismos destinados tanto a aumentar la generación interna de calor como a disminuir su pérdida, así como a evitar el aumento involuntario de la actividad metabólica y la vasoconstricción.
Riesgos y daños
Los daños orgánicos que se producen van siendo más graves progresivamente
en función del descenso de la temperatura:
DAÑOS LEVES
• Escalofríos
• Sabañones
• Dolores musculares
• Dermatitis
DAÑOS GRAVES
• Hipotermia: Temblor incontrolable, habla lenta, lapsos de memoria,
• torpeza de movimientos,
• somnolencia y cansancio.
• Congelación: Pérdida de sensibilidad, aspecto blancuzco o pálido
• en dedos de mano y pies, nariz o lóbulos de las orejas.
• Disminución de la consciencia
• Pupilas dilatadas
• Rigidez muscular
• Disminución de pulso
• Fibrilación ventricular
• Edema Pulmonar
• Paro Cardíaco