Los sindicatos no están limitados a la gestión de los contratos colectivos, y una muestra es el registro histórico que hace, Giorgio Scappaticcio Poblete, historiador, que en su tesis “Los Clubes Obreros de Fútbol”, expone que los sindicatos han estado detrás de la formación de clubes deportivos de Fútbol.
Hacia el año 1906 son numerosos los clubes que se cuentan entre los obreros industriales,
destacando la creación de una Asociación de FootBall Obrera en Santiago, en agosto de ese mismo año.
Según uno de los investigadores de la historia del futbol desde la perspectiva obrera, la razón por la que ellos, incorporaron el fútbol para potenciar las dinámicas de relaciones en el movimiento obrero.
Esta mirada se aleja de la concepción del futbol como un producto mercadeable y como “opio del pueblo” para los obreros y por el contrario les permitió participación en la política local.
La capacidad de organización adquirida a través de la huelga y la negociación colectiva entre los años 1917 y 1920, cuando se normalizó una jornada de trabajo de 8 horas, sumado a que la clase obrera comenzaba a ganar beneficios en jornada de trabajo, les permitió fijar la mirada en un deporte que reportaba entretención, bienestar físico además de alejar a la juventud de los vicios.
En el 1900 nace el primer club obrero el “Chile”, luego el “Bandera”, un subtexto de aquella aparición de los clubes obreros fue la resistencia de la clase acomodada quien pretendía “privar a nuestro elemento de esta saludable entretención i dejarla solo para ellos. Pero gracias a la actividad i teson de sus directores, lograron vencer estas vallas i enrolarse con los caballeros”, señala la nota llamada “FOOT BALL”, de “La reforma” el 14 de septiembre del 1906
Estos clubes no tardaron en incorporarse a las Ligas capitalinas, iniciando una carrera deportiva que habría de enriquecer su experiencia asociativa y organizativa como vanguardia del movimiento obrero.
Allí se enfrentaron de manera directa contra los clubes de ingleses y otros sectores acomodados, como el Santiago National o el Badminton F.C., y fueron adoptando tanto las reglas como el conjunto valórico que rodeaba a los deportes de carácter inglés.