El pasado martes 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental instaurado en 1995 por la Federación Mundial para la Salud Mental (WFMH) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el fin de que la sociedad pueda tomar conciencia sobre los problemas en esta materia y además erradicar los estigmas en torno a ellos. 

Pablo Salinas, neurólogo y director del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental Oriente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quien afirma que “en general el estado de la salud mental en Chile es bastante precario, por no decir directamente malo”.

El profesional, señala que un factor relevante que no ayuda a combatir este déficit es el desconocimiento de los problemas de salud Mental.

“nuestro país está al debe en salud mental y lo va a seguir estando mientras exista esta falta de reconocimiento de los problemas de salud mental, esta falta de interés de la población general respecto al tema y sobre todo, la mantención de este sistema socioeconómico que no considera la salud ni la salud mental de las personas.”, expresó el profesional.

Pero no solo se trata de desconocimiento, también de la falta de profesionales de la salud; «No hay profesionales suficientes, eso es claro, nosotros tenemos una brecha de recursos humanos», señaló la ministra del ramo al respecto; aunque sobre la misma línea agrego que desarrollan acciones para aumentar los profesionales disponibles en el sistema público.

Una encuesta de la empresa ipsos también realizó hallazgos en materia de salud mental, relación a la opinión de los chilenos.

El 66% de los chilenos considera que la salud mental es el principal problema de salud en el país, superando el promedio mundial del 44%. Esta cifra ha aumentado desde el 50% en 2020.

Alejandra Ojeda, Gerenta de Estudios Públicos de Ipsos Chile, destaca la importancia de la alarma que la población ha generado en torno a la salud mental y la necesidad de una intervención integral.

Licencias médicas y “pandemia de enfermedades de salud mental”

Sin duda que el contexto y climas laborales tienen un efecto en la salud de las personas, y según la psiquiatra Claudia Barrera es una de las razones que está detrás de la avalancha de licencias por salud mental.

En los últimos cuatro años el número de licencias médicas emitidas en Chile se duplicó, para superar las 10 millones, según datos de la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso).

De acuerdo con la evolución anual, en 2019 el total de permisos fue de 5,2 millones; en 2020 saltó a 5,8 millones y en 2021 a 9,3 millones, para sobrepasar los 10,6 millones en 2022.

En el último año, del total, existió un pronunciamiento respecto a casi 9,7 millones de licencias emitidas -excluyendo de tipo laboral-, de las cuales cerca de 2,8 millones correspondieron a trastornos mentales y del comportamiento.

En ese marco, la médico psiquiatra Claudia Barrera, CEO del Grupo Cetep, especalizado en ese ámbito, alertó que «en el último año en Chile las licencias médicas debido a enfermedades mentales han pasado de ser un cuarto a un tercio del total».

«Y en relación con las enfermedades de origen laboral, las de salud mental han doblado su frecuencia«, puntualizó, advirtiendo que «estamos frente a un pandemia de enfermedades en salud mental en el trabajo, y probablemente en el futuro será cada vez peor».

Apnea conectada a Ansiedad y Depresión

A este problema sistémico de Salud mental se suman las patologías que muchas veces ignoramos o son invisibilizadas, como por ejemplo la apnea del sueño y su relación con el bruxismo y la depresión.

La relación entre la apnea obstructiva del sueño (SAHOS) y trastornos psiquiátricos, particularmente la depresión y la ansiedad está establecida.

 Aunque no existe una evidencia concluyente, se han observado asociaciones significativas entre estos trastornos. Además, el diagnóstico y tratamiento adecuado de la comorbilidad pueden influir en la mejoría de los síntomas tanto de la depresión como del trastorno del sueño.

La relación entre la apnea del sueño y la depresión es particularmente relevante, y se ha observado que los pacientes con SAHOS pueden experimentar síntomas depresivos, y el tratamiento de este trastorno del sueño puede disminuir los síntomas afectivos asociados. La ansiedad también se asocia significativamente con el SAHOS, y se señala una alta prevalencia de SAHOS en pacientes con diagnóstico de ansiedad.

Además, se discuten brevemente otras comorbilidades, como el trastorno de estrés postraumático, la esquizofrenia y el trastorno bipolar, aunque la evidencia es menos sólida en estos casos.

Se destaca la importancia de considerar el diagnóstico de SAHOS en pacientes con trastornos mentales que presentan síntomas como ronquido crónico, cuello corto y ancho, un elevado índice de masa corporal y somnolencia diurna excesiva, ya que la hipoxemia parece estar en la base etiopatogénica de los síntomas depresivos en pacientes con SAHOS.