El principal sindicato del sector automotriz, United Auto Workers (UAW), informó que lograron un acuerdo tentativo con el fabricante General Motors (GM). Esto pondría fin a una huelga que se extendió por seis semanas y fue calificada como la más extensa del sector en Estados Unidos. Aunque el pacto debe ser sometido a votación, ya se perfila como el mayor aumento para los trabajadores de la industria. 

General Motors era la última de las tres principales fabricantes de Estados Unidos que no había llegado a un acuerdo con el sindicato. Días atrás, Stellantis y Ford se habían acercado en las negociaciones con tratos que fueron calificados como “importantes victorias para los trabajadores”. 

La principal presión de los integrantes del sindicato era por mejorar sus condiciones salariales. Más allá del aumento en el costo de vida en la actualidad, los salarios del sector automotriz se encontraban golpeados desde que los líderes sindicales realizaron importantes concesiones para mantener las operaciones y evitar cierres durante la crisis financiera del año 2008. 

Medios estadounidenses señalan que el acuerdo tentativo logrado entre UAW y General Motors iría en sintonía con lo firmado por las otras dos ensambladoras que, entre otras cosas, prevé un incremento salarial para los empleados con experiencia de 33%. 

«Creemos sinceramente que nuestra huelga le quitó hasta el último centavo a General Motors. Nos subestimaron, te subestimaron a ti», dijo Shawn Fain, presidente del sindicato UAW, durante un discurso emitido en video. 

Tras suspender la huelga, se espera que los líderes del sindicato viajen a la ciudad de Detroit, en Estados Unidos, sede de la mayoría de las ensambladoras, para finiquitar con los directivos de General Motors el acuerdo antes de que este sea presentado a los trabajadores. 

“Los tres grandes fabricantes de automóviles: Ford, General Motors y Stellantis han llegado a un acuerdo histórico. Un acuerdo que realmente fue objeto de lucha durante un tiempo, pero todo se hizo de buena fe. Estos acuerdos récord recompensan a los trabajadores automotrices que renunciaron a mucho para mantener la industria en funcionamiento durante la crisis financiera de hace más de una década”, dijo el presidente Joe Biden desde Washington. 

Acuerdo podría afectar la competitividad frente a otras marcas

De acuerdo con los analistas, la postura combativa de Fain con las empresas valió la pena para los trabajadores, ya que les permite incrementos en salarios y aumentos por costo de vida que superarían el 30% cuando los contratos expiren en abril de 2028. 

No obstante, otro grupo de analistas sugiere que estos beneficios para los trabajadores podrían trasladarse a los costos de la producción final. Asimismo, deja a las tres principales fabricantes estadounidenses en desventaja respecto a empresas que no cuentan con sindicalización, como es el caso de Tesla, o extranjeras como Toyota.